Introducción
Entre los muchos insectos que se alimentan de la caña de azúcar, los barrenadores del tallo son, en términos generales, los de mayor importancia económica. Sin embargo, el perjuicio que estos insectos causan es a veces ignorado o subestimado, motivo por el cual se considera pertinen- te divulgar las características de los daños que producen, su importancia económica y la manera de minimizar su efecto.

Daño de barrenadores en general.
Identificación
Hábitos
Las larvas de Valentinia sp., también conocido como perforador de las yemas, infesta los tallos de manera similar a las larvas de Diatraea; la diferencia está en que sus perforaciones son
más pequeñas, de coloración más clara y en que el daño se localiza frecuentemente en el nudo a manera de túneles irregulares.
Generalmente los barrenadores invaden cultivos de caña mayores de siete meses pero es posible encontrarlos en cañas más jóvenes. Cuando el ataque de Diatraea ocurre antes de que los tallos hayan formado entrenudos se presenta el síntoma denominado "corazón muerto", lesión que también es causada por el barrenador de verano. Este último ataca las cepas de la caña poco después de su germinación


A: D. indigenella
B: Valentinia sp.
C: D. saccharalis
La evaluación del daño se hace tomando 120 tallos/suerte, en cañas mayores de siete meses de edad, y procurando que los tallos provengan de diferentes áreas del lote. Después de rajarlos se registra el total de entrenudos evaluados y cuántos de estos están afectados por el barrenador. Con estos datos se determina el porcentaje de entrenudos afectados; es decir, la intensidad de infestación (I.I.).
Para el caso del barrenador de verano se determina el porcentaje de "corazones muertos" en cinco estaciones de 5 metros por suerte, contando el total de tallos en cada una de las estaciones, al igual que los tallos con "corazón muerto".
Perjuicio económico
Ensayos recientes realizados por CENICAÑA indican que bajo las condiciones del Valle del Cauca el daño causado por Diatraea se refleja tan solo en el tonelaje de caña cosechada. Esta situación es diferente de la que se presenta en otras regiones cañeras, principalmente en el Caribe y de Suramérica, en donde los efectos del Diatraea se reflejan sobre el contenido de azúcar y no sobre el tonelaje.
Se calcula que por cada unidad de I.I. que aumente el daño, se pierde en promedio el 0.7% del tonelaje cosechado; así, al considerar para el Valle del Cauca una producción promedio equivalente a 120 toneladas de caña por hectárea, las pérdidas por cada unidad de daño que se incremente pueden alcanzar las 0.84 t/ha (Figura 1).
El perforador de las yemas puede adquirir importancia al atacar los semilleros de caña; sin embargo, no se han logrado efectuar evaluaciones para medir el nivel de daño.
En el caso del barrenador de verano, los ensayos realizados indican que sólo en condiciones drásticas de infestación (75% o más de los tallos con "corazón muerto") y de prolongada sequía, las reducciones en el tonelaje (hasta el 20%) y en la producción de azúcar (hasta el 30%) son significativas. Por fortuna, esos niveles de infestación son muy poco frecuentes.
Manejo de los barrenadores
Figura 1.

La mayor incidencia de la infestación por barrenadores está asociada principalmente con variedades susceptibles, áreas de alta incidencia, edad avanzada del corte y volcamiento excesivo. En cualquiera de estas circunstancias las evaluaciones de daño son necesarias, y sólo con base en ellas se toma la decisión de utilizar medidas de control.
Los enemigos naturales utilizados en el control de Diatraea son la mosca indígena, Paratheresia claripalpis, y la mosca amazónica, Metagonistylum minense, las cuales son producidas en condiciones de laboratorio y liberadas en los campos considerados como afectados. Esta práctica es completamente inocua al ambiente. Existe además la mosca nativa, Jaynesleskia jaynesi, que ejerce control natural sobre los barrenadores, pero hasta el momento no ha sido posible reproducirla en condiciones de cría artificial.
Cuando se presentan infestaciones drásticas del barrenador de verano un riego es suficiente para eliminar las larvas y además favorecer la recuperación de la población de tallos.
A pesar de que hasta el presente no se han establecido medidas de control para el perforador de las yemas, como medida preventiva se recomienda cortar los campos de caña para semilla antes de los ocho meses de edad.
Todas las labores correspondientes a la evaluación de daño pueden ser realizadas por personal de los ingenios debidamente capacitados; a su vez, los departamentos o secciones de entomología de los ingenios producen o se encargan de adquirir las moscas que deben ser liberadas en el campo. Los cañicultores independientes pueden entrar en contacto con el personal técnico del ingenio que compra su caña para obtener los beneficios del manejo de los barrenadores; el ingenio se encarga de evaluar el daño y liberar las moscas parásitas, si así se requiere, a un costo que bien justifica su empleo en términos de los beneficios que se logran en relación con el tonelaje de caña cosechada. El costo de la evaluación del daño y de la liberación de parásitos no sobrepasa el valor correspondiente a 30 kg de azúcar/ha y, suponiendo que se reduzca una unidad de daño (1% de los entrenudos afectados), el beneficio obtenido equivale a 92 kg de azúcar en promedio.
Liberación de parásitos.




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